Diseñadores y artistas - Dalí y Schiaparelli

Una de las mayores expresiones de la unión entre el arte y la moda es la amistad entre la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli y el artista Salvador Dalí, que hicieron de su amistad una rica fuente de creatividad que se materializó en vestidos y sombreros icónicos, como el vestido langosta y el sombrero zapato.

Elsa Schiaparelli y Salvador Dalí

Elsa Schiaparelli tenía una visión surrealista e irreverente, y transformó las prendas de vestir en arte. Con una inteligencia extraordinaria y una creatividad muy adelantada a su época, Elsa se convirtió en un ícono de la moda. Su estilo surrealista logró enamorar a Salvador Dalí y su visión e ideas cómodas, frescas y diferentes de la moda la llevaron a rivalizar con Coco Chanel. La moda femenina había tenido una connotación incómoda y poco práctica, como por ejemplo, los córsets que resutaban asfixiantes. Ella quería transformar por completo el concepto y crear piezas que permitiera a las mujeres verse elegantes, y pudieran ser cómodas y prácticas. Una de sus creaciones más innovadoras de Schiaparelli, fue la “falda pantalón” , una falda con separaciones en las piernas. Su misión era crear una prenda elegante y cómoda para el deporte, inspirada en la tenista Lili Álvarez.

Elsa Schiaparelli y Lili Álvarez, mostrando la falda pantalón

Salvador Dalí es el personaje más extravagante dentro del surrealismo artístico. Así, Dalí se enamoró de la imaginación de Schiaparelli y juntos imaginaron, crearon y materializaron obras de arte; convirtiendo sus sueños, pesadillas, deseos y sentimientos en colores, formas y texturas que conquistaron al mundo entero. En 1937, Dalí y Schiaparelli trabajaron juntos en una colección de invierno que cambiaría el rumbo de su carrera hacia el mundo de las artes y donde se presenta el famoso vestido de Langosta, inspirado en el artista español.

Wallis Simpson, haciendo de modelo con el vestido Langosta

Otro fruto de la colaboración entre los dos artistas es el tocado Soulier, el sombrero-zapato. Este diseño surgió de la inspiración que tuvo Dalí al ver una foto que hizo su mujer Gala, mientras él jugaba con un zapato en su cabeza. Este objeto aporta un argumento importante, basado en la radicalidad del gesto creativo, al debate acerca del estilo y la elegancia.

Elsa Schiaparelli. Zapato sombrero

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